La Ermita de la Virgen de la Ermitana (en valenciano, Mare de Déu de l'Ermitana), dedicada a la patrona de Peñíscola, está adosada al Castillo del Papa Luna, en la Plaza de Armas. Fue construida entre 1708 y 1714 por Sancho de Echevarría, gobernador militar de Peñíscola, cuyo cuerpo está enterrado en la iglesia. En su lugar ya existía una pequeña ermita junto a lo que entonces era el viejo cementerio del pueblo.
Hay una leyenda que cuenta que la imagen de la Virgen fue traída a Peníscola por el
propio apóstol Santiago. Durante la dominación musulmana fue ocultada en una cueva y tras la reconquista fue devuelta a su capilla. Las autoridades valencianas la declararon "Bien de Relevancia Local" (BRL) en el año 2007.
Esta representación de la Virgen es de 1953, copia de la original que desapareció durante la Guerra Civil.
El Templo Parroquial de Santa María está en el casco antiguo de Peñíscola y es poco conocido. Fue construido en el Siglo XIII, pero en la primera mitad del Siglo XV sufrió un fuerte incendio que destruyó la iglesia. Fue reconstruida pudiendo aprovechar de ella, únicamente los muros. A finales del XVII las capillas laterales se cubren de yeso y ladrillo. En el Siglo XVIII, el santuario se amplía y cambian su orientación. Un Siglo más tarde se levanta su campanario.
Hasta el año 2005, se la conocía con su otro nombre: "Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Socorro". En el interior del templo se conserva una gran colección de tesoros, entre ellos destacan especialmente: la Cruz procesional de Benedicto XIII, elaborada en plata y cristal de roca (del siglo XV), el Cáliz del Papa Luna (del siglo XV) y la Cruz procesional de Felipe II (de plata, siglo XVI).
Declarada como Bien de Relevancia Local (BRL) en el año 2007.
La Ermita de San Antonio (en valenciano, Ermita de Sant Antoni Abat) se encuentra en una ladera del barranco del mismo nombre, en la Sierra de Irta, a unos 6 km al Suroste de la población. Fue construida en el Siglo XV, aunque en el año 1675 se hizo una gran reforma y ampliación de la misma por el picapedrero francés Pere Bordes. El conjunto está formado por la propia ermita, la casa del ermitaño y la hospedería. En los siglos posteriores seguían remodelándola, lo que es atestiguado por la inscripción de la fecha de 1706 grabada en la fachada de la hospedería. Durante la Guerra de la Independencia (1808-1814), el ermitorio sirvió de iglesia parroquial a los refugiados de la población que huían del invasor francés.
Fue abandonada y llegó a estar en ruinas pero, en la actualidad, está restaurada y tiene un excelente aspecto. San Antonio Abad es el patrono de Peníscola. Se realiza una tradicional romería y se oficia una misa el domingo siguiente al de Pascua de Resurrección. Según algunos documentos, la peregrinación ya se ejercía en el año 1664 y se hacía el trayecto a pie. Actualmente tiene un carácter mucho más festivo, con bailes, paellas y otras celebraciones.
Fue declarada Bien de Relevancia Local (BRL) en el año 2007.
La pequeña capilla, llamada "Ermita de Santa Ana" se encuentra en el tramo sur de la muralla, casi a la entrada de la villa fortificada de Peníscola. Fue destruida casi por completo en la Guerra de la Independencia. En el año 1827, fue reconstuida por orden de Anna Duarte y Donoso, hija del entonces gobernador. En la época de la Guerra Civil de 1936-39 servió de almacén. Actualmente está restaurada y el 26 de julio se celebra una misa en honor de Santa Ana. Antiguamente en esta capillita era costumbre hacer misa para las mujeres tras dar a luz, en agradecimiento al exitoso resultado del parto.
Aportación de Hanna Shandra ~ Facebook ~ Linkedin
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