Flora de las Islas Columbretes

La mayoría de los meses, las Columbretes tienen poca vegetación, aunque basta con que llegue la primavera y caigan las primeras gotas de lluvia para cambiar el color de este conjunto de islotes tan apreciado por su valor biológico. Entonces todo se cubre de verde y con preciosos colores que aportan las flores agradecidas.

Durante el pasado remoto, muchas especies de vegetación fueron llegando de la península y otros lugares a las Islas Columbretes. Sin embargo, pocas son las que  sobrevivieron debido a tener que soportar las duras condiciones ambientales del archipiélago. La aridez, la sequía, las tempestades, la elevada salinidad y el exceso de abono nitrogenado por excrementos de aves son unas de las circunstancias a las que las plantas debieron de adaptarse. Aparte de a las exigencias climatológicas extremas, también se vieron obligadas a sobrellevar la actividad humana, desde que se construyera el faro en su mayor isla. Las plantas han aprendido a aprovechar las escasas lluvias para florecer y dispersar sus semillas sin perder oportunidades. El arbusto predominante en la isla "Columbrete Grande" (Illa Grossa) es el denominado "Suaeda vera", conocido popularmente como "sosa fina". Éste es el que cubre la mayor parte del terreno del islote. En las zonas más próximas al mar crecen plantas más resistentes a la salinidad, tales como el hinojo marino (Crithmum maritimum) y la zanahoria marina (Daucus gingidium). En las partes más altas arraigan: la alfalfa arbórea (Medicago citrina), la malva arbórea (Lavatera arborea), el espárrago silvestre (Asparagus horridus) y el mastuerzo marítimo (Lobularia maritima ssp. columbretensis). También pueden verse especies como palmiteras (Chamaerops humilis) , lentiscos (Pistacia lentiscus) y otros. Dependiendo de la época, podremos disfrutar del amarillo de las flores de la alfalfa arbórea, del rosa de las malvas o del manto blanco y aromático de los mastuerzos marítimos. Ésta dispone de un dato curioso: en el Siglo XVII fue introducida la "Lobularia maritima" por un botánico inglés, Nicholas Culpeper. En el Siglo XVIII, otro botánico francés se dió cuenta de que la especie había mutado, adaptándose al clima de las islas y le puso el nombre de "Lobularia maritima columbretensis". Por escasez de agua, los fareros habían plantado higos chumbos (Opuntia ficus-indica), porque las palas de esta planta contienen agua y su fruto es muy nutritivo. Debemos tener en cuenta de que estos trabajadores pasaban largas temporadas aislados y la previsión de estos elementos nutritivos era un modo de proteger su supervivencia. Pero, por no ser ésa, una planta endémica, las autoridades del parque eliminaron la mayor parte de ellas, dejando unas cuantas en memoria de los fareros.

En el archipiélago hay dos microrreservas de flora, una en la isla de la Ferrera y la otra en la Foradada.

Suaeda vera:

 Lavatera arbórea:

Lavatera arbórea y Opuntia ficus-indica:

Opuntia ficus-indica:

Medicago citrina:

Lobularia maritima ssp. columbretensis:

Daucus gingidium:

Palmito,  lentisco y otros:

 

En cuanto a la parte sumergida de este archipiélago, un manto denso de algas se expande por su fondo marino, debido a la transparencia de sus aguas. Las colectividades algales reposan en sus respetables profundidades, desarrollándose variedades de algas pardas como: "Laminaria Rodriguezii" y "Cystoseira".  Sin olvidarse de las praderas de "Cymodocea Nodosa" o los fondos de "Maërl".  Esto permite que podamos encontrar peces que, en otros espacios marinos, nos resulte difícil localizar por la constante disminución de su comunidad a consecuencia de una bestial actividad pesquera.

Cymodocea nodosa:

Cystoseira:

Laminaria rodriguezii:

Fondos de "Maërl":

  

Debemos saber que la protección de las Reservas como la de referencia posibilita la conservación de muchas especies que podrían ser objeto de extinción por efecto de las depravadas y depredadoras acciones de los seres humanos, como ya ha sucedido con otras. El mantenimiento de ecosistemas y la biodiversidad, en general, debe defenderse a toda costa porque afecta directamente a nuestra existencia y a nuestras necesidades vitales. Sepamos con claridad que la pesca no es el problema… ¡sino su abuso desmesurado! Dentro de su actividad, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) puede autorizar la pesca profesional o de recreo y cualquier muestreo científico. En cambio, tiene prohibidas las siguientes actividades: el fondeo, la pesca submarina, el buceo con escafandra autónoma, además de arrancar o llevarse cualquier clase de flora o fauna, así como rocas y cualquier otro objeto hallado en su zona. En una “Reserva Marina Integral” está prohibida cualquier actividad que no sea científica y cuente con la autorización del MAPA. En una “Zona de Usos Restringidos”, el MAPA podrá autorizar el buceo con escafandra autónoma y los muestreos para uso científico, pero tiene prohibido lo siguiente: el fondeo, la pesca submarina y cualquier otra, así como la extracción de flora, fauna, rocas o cualquier otra clase de objetos.

 

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